Catastro en Sincelejo: duro golpe al comercio y la propiedad.
La actualización catastral realizada en el año 2023 en Sincelejo generó una gran controversia. Si bien era una medida necesaria tras más de una década sin ajustes, la forma en que se implementó causó un fuerte impacto en la ciudadanía, especialmente en los comerciantes y propietarios.
La administración anterior justificó los incrementos desorbitados en el impuesto predial argumentando el atraso en la actualización, pero esta explicación no alivia la carga económica que enfrentan miles de sincelejanos.
Desde hace años, Sincelejo ha sido tratada por sus administraciones como si sus predios “valieran oro”, a pesar de que el 78% de la población pertenece a los estratos 1 y 2.
La actualización catastral elevó el valor total de los predios de 3 billones de pesos en 2022 a 7,9 billones en 2023, lo que generó un aumento significativo en los impuestos prediales.
Esto significa que, aunque la ciudad sigue teniendo altos niveles de informalidad y desigualdad (con 36 barrios sin legalización urbanística), los propietarios ahora deben pagar impuestos como si vivieran en zonas de alto desarrollo urbano.
El sector comercial ha sido uno de los más afectados. Aunque representa apenas el 4,5% de los bienes municipales, la actualización catastral ha disparado sus costos.
Algunos ejemplos ilustran la magnitud del problema:
Un predio comercial en estrato 1 con un avalúo de 150 SMLV pasó a 280 SMLV, lo que llevó su impuesto de 1,74 millones COP a 4,54 millones COP (+161%).
Un predio en estrato 2, que valía 180 SMLV, ahora se tasa en 350 SMLV, lo que incrementó su impuesto de 2,5 millones COP a 6,4 millones COP (+159%).
Un predio en estrato 3, que valía 200 SMLV, ahora cuesta 400 SMLV, lo que aumentó su impuesto de 3,2 millones COP a 8,3 millones COP (+157%).
En una ciudad donde el DANE ha señalado que el costo de vida es uno de los más altos del país, estos incrementos no solo afectan a los propietarios de inmuebles comerciales, sino también a los consumidores, quienes inevitablemente verán reflejado este costo en los precios de bienes y servicios.
La promesa de que la actualización catastral contribuiría al desarrollo territorial no se ha traducido en beneficios concretos para la ciudadanía. En lugar de políticas de alivio para evitar impactos desproporcionados, los propietarios han recibido facturas de impuestos mucho más altas sin una transición gradual.
En Sincelejo, la falta de planeación y estrategias de mitigación ha convertido un instrumento de ordenamiento territorial en una carga desproporcionada para la ciudadanía.
La actualización catastral no puede verse solo como un ajuste técnico; debe responder a la realidad socioeconómica de la ciudad. La actualización catastral era una necesidad, pero su ejecución ha dejado en evidencia la falta de un enfoque equilibrado en la política tributaria local.
Es urgente que la administración municipal implemente un plan de alivios fiscales que permita a los comerciantes y propietarios adaptarse a los nuevos valores catastrales sin que esto signifique la quiebra de negocios o la pérdida de patrimonio familiar.
Según la normativa, estas actualizaciones deben efectuarse cada cinco años, lo que implica que la próxima está programada para 2028. Sin embargo, ya han transcurrido dos años desde la última actualización, lo que indica que en aproximadamente tres años se avecina una nueva revisión catastral.
Es crucial que la administración municipal aprenda de las experiencias pasadas y planifique con anticipación la próxima actualización. Implementar estrategias de mitigación y establecer políticas de alivio fiscal serán fundamentales para evitar que los incrementos en los avalúos catastrales se traduzcan en cargas desproporcionadas para los ciudadanos.
Una planificación proactiva permitirá una transición más equilibrada y justa, asegurando que el desarrollo territorial beneficie a toda la comunidad sin generar desigualdades adicionales.
La ciudad necesita una política fiscal que no solo recaude, sino que también promueva la equidad y el crecimiento sostenible.